La política está en todas parates. No podemos escapar a ella refugiándonos en el reino del arte por el arte y del pensamiento puro (....). Los intelectuales son de su tiempo, pertenecen al rebaño de los hombres
conducidos por la política de representación masiva encarnada en la industria de la información (.....). El intelectual, en el sentido que yo lo entiendo, no es un pacificador ni un constructor de consenso, sino alguien que compromete y arriesga todo su ser sobre la base de un sentido crítico constantemente, alguien que rechaza a cualquier precio las fórmulas fáciles, las ideas preconcebidas, las confirmaciones complacientes de las opiniones y actos de los poderosos y otras mentalidades convencionales. Alguién que no sólo las rechaza pasivamente sino que se compromete en forma activa a decirlo en público (.....).
Edward Said, Representaciones del intelectual, Paidós, Barcelona, 1996.
Extraido de Le Monde Diplomatique edición española Mayo 2006
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