Introducción
Los líderes de los dos partidos políticos más importantes, el Congreso, la
Casa Blanca, los editorialistas y los periodistas de los principales periódicos
al igual que los economistas sostienen que el Seguro Social y el Seguro Médico
(Medicare) deben ser 'reformados' para reducir el déficit fiscal 'insostenible'
y evitar la bancarrota de estos programas sociales. Un aspecto importante de la
campaña propagandística de la élite es la perversa manipulación del significado
de estos dos programas. Los llaman "programas a los que la gente se cree con
derecho a tenerlos" implicando una suerte de asistencialismo gubernamental o
privilegio individual. En realidad, la seguridad social es una forma de seguro
social pagado mediante deducciones salariales durante toda la vida laboral del
contribuyente, la que dura, por lo general, aproximadamente medio siglo.
La retórica de que "la gente se cree con derecho a tenerlos" dice que las
contribuciones de toda una vida laboral son insuficientes y que se requieren
'reformas' regresivas para 'salvar el sistema' -a expensas de los beneficiarios.
El llamado "gran convenio" propuesto por el presidente Obama y las "reformas
fiscales" propuestas por los republicanos del Congreso tienen como objetivo
robarle a los contribuyentes de la clase trabajadora sus ahorros en aportes de
pensión mediante varios cambios regresivos específicos.
El "gran convenio" como robo legalizado
Por décadas solamente una pequeña fracción de las contribuciones del Seguro
Social se usa para pagar a los contribuyentes, la mayor parte es transferida al
tesoro general para pagar los gastos -principalmente cientos de miles de
millones de dólares de fondos del Seguro Social financian las guerras, los pagos
de bonos, los subsidios a la agro-industria, los rescates a los banqueros
especuladores de Wall Street y otros intereses económicos de las élites. Durante
décadas el Tesoro robó varios billones de dólares, intercambiándolos por pagarés
(que nunca fueron pagados) para proveerle la gentileza de un "seguro social" a
la élite en el poder del estado policial hegemonizado por el complejo
militar-industrial y de Wall Street. Si los pagos acumulados al Seguro Social
hubieran sido remitidos a una cuenta especial en lugar de usarse para cubrir el
déficit del gasto militar y las guerras internacionales, las finanzas del Seguro
Social estarían en excelentes condiciones hasta, al menos, fines del siglo XXI.
La Administración del Seguro Social (SSA, según sus siglas en inglés) podría
hacer ajustes de pagos acorde con los índices reales de inflación (que son
prácticamente el doble de las cifras manipuladas por el gobierno). SSA podría
comenzar a pagar el total de las pensiones a la edad de 62 años para la mayoría
y a una edad menor para aquellas personas que trabajan en ocupaciones
peligrosas.
Incluso tomando en cuenta el anterior robo del Tesoro, la reserva del Seguro
Social podría ser totalmente repuesta si se eliminara el límite o tope de los
ingresos por encima de $110.000 y si el impuesto del Seguro Social se hiciera de
manera progresiva. Como es bien sabido, los multimillonarios y millonarios
autónomos pagan un promedio de $11.450 por año al fondo del Seguro Social. Si se
levantara el tope, aquellos que ganaran mil millones pagarían un mínimo de $100
millones anuales, los millonarios pagarían $100.000 anuales. Si se instituyera
una tarifa moderadamente progresiva, los pagos se duplicarían, y terminaría el
peligro para el Seguro Social.
Hoy no hay una "crisis de creerse con el derecho". Hay una crisis en los
sistemas de pagos regresivos y de impuestos que financian los programas de
Seguro Social. El problema no es el "envejecimiento de la población" sino la
evasión impositiva llevada a cabo por las élites. El problema es el uso de los
fondos del Seguro Social para financiar a la élite que le roba a Peter (Seguro
Social) para pagarle a Paul (guerras imperiales).
El hurto a los contribuyentes -transformados en beneficiarios del Seguro
Social- se repite diariamente y de todas las formas posibles.
La construcción de un "índice" para medir la tasa de inflación y los ajustes
anuales presenta fallos enormes y va en detrimento de los beneficiarios. El
índice del costo de vida excluye la alta tasa de inflación en elementos clave
como gasolina, costos médicos, comida y otros elementos esenciales en el
presupuesto de los pensionados y reduce por la mitad el poder adquisitivo real.
En otras palabras, durante el transcurso de una década, entre el 9 y el 11% del
poder adquisitivo real de las personas que reciben el Seguro Social ha sido
esquilmado mediante una deliberada manipulación estatal del índice -por un monto
de cientos de dólares.
En cambio, los pagos al Medicare realizados por los contribuyentes al Seguro
Social se han incrementado debido al alza real de la tasa de inflación en costos
médicos. Mientras que la tasa real de inflación se aplica para incrementar los
costos de los contribuyentes del SS y la tasa disminuida se aplica para bajar
los pagos a los beneficiarios del SS. ¡Un robo anual de billones de dólares!
Mientras que existe un consenso bipartidista para mantener el tope regresivo
en pagos al Seguro Social correspondientes a los ricos y la manipulación de los
ajustes del costo de vida, los líderes republicanos y muchos demócratas quieren
privatizar el Seguro Social: entregándole billones de dólares pagados por los
contribuyentes del Seguro Social a Wall Street, mediante inversiones en
acciones, títulos, fondos especulativos, bonos basura, etc. Esto les
proporcionará a los administradores de fondos privados miles de millones en
comisiones (del 3 al 5%) a expensas de los beneficiarios del Seguro Social... y
ni qué decir de los riesgos de fraude y las pérdidas que se han vuelto endémicas
en Wall Street y que podrían privar a los jubilados de sus pensiones en el caso
de un colapso de los mercados bursátiles.
La mayoría de los demócratas saben que más del 90% de los contribuyentes del
Seguro Social se oponen a que este sea entregado a Wall Street, por ello
proponen "salvar" al Seguro Social reduciendo los pagos a millones de personas y
negándoselo a cientos de miles por año.
"Trabajar hasta morir": Aumentar la edad para recibir beneficios
Un comité bipartidista designado por el presidente Obama propone aumentar la
edad en la que los beneficiarios del SS pueden comenzar a cobrar las pensiones
completas: de 65 a 67 años. Según las estadísticas del gobierno de EE.UU.,
330.096 personas mayores (158.038 hombres y 172.061 mujeres) mueren entre la
edad de 65 y 67 años. Al aumentar la edad para recibir el SS, el gobierno le
negaría por completo (le robaría) a cientos de miles de beneficiarios del SS el
pago de este beneficio después de que las personas hicieran contribuciones
durante casi medio siglo. En otras palabras, Obama y el Congreso de los
republicanos "salvarán el sistema del SS" ¡negándose a pagarle una pensión a
personas que hicieron contribuciones toda su vida laboral! Al aumentar la edad
para recibir beneficios del SS, la élite política está, de hecho, sentenciando
que más de la mitad de los trabajadores de EE.UU., que mueren antes de los 67
años ,van a "trabajar hasta que se mueran".
Clase, raza, región y Seguro Social
La mayoría de los países, entre los que no se incluyen EE.UU., toman en
cuenta la tasa de muerte diferencial de las ocupaciones peligrosas y otras
consideraciones similares para hacer ajustes en la edad de la jubilación.
No en la "Patria de los bravos", donde los ahorros de los pensionados del
Seguro Social tienen otros usos y otros beneficiarios. Mientras que muchos
países europeos, especialmente Inglaterra (desde 1837) tiene una larga historia
de estudios sobre las ocupaciones a nivel nacional relacionados con trabajos de
alto riesgo para la salud, en EE.UU. hay pocos estudios y están relacionados a
grupos por edad. Indudablemente que la falta de interés de los cientistas
sociales está conectado con el hecho de que el gobierno y las instituciones no
están dispuestos a financiar investigaciones basadas en clase social que
resalten la gran brecha entre las tasas de mortalidad de los patrones y las de
los trabajadores; entre mujeres pobres de áreas rurales y mujeres urbanas
profesionales; entre minorías afroamericanas, hispanas y blancos.
Las tasas de mortalidad más altas corresponden a los trabajadores
industriales, especialmente negros; obreros de la construcción (especialmente
hispanos); trabajadores agrícolas que manipulan pesticidas; trabajadores de las
industrias extractivas (mineros, hacheros, pescadores, etc.). Millones de estos
trabajadores, la inmensa mayoría, trabajan hasta el día que mueren. Pagan toda
su vida laboral al fondo del Seguro Social, y debido a la alta edad mínima para
retirarse, jamás reciben un dólar de su pensión. En cambio, los ejecutivos y los
empleados jerárquicos reciben, por lo general, sus pensiones del SS hasta los
ochenta y pico de años. Con la declinación de beneficios médicos para los
trabajadores en la ofensiva capitalista actual y con los recortes en el sector
público, los trabajadores tienen menos acceso a la atención médica. Los
trabajadores sin seguro médico o con una atención médica inadecuada corren mayor
riesgo de muerte. Esto es especialmente evidente en el drástico descenso de la
expectativa de vida para las mujeres blancas de bajos ingresos que viven en
zonas rurales -un grupo que carece de atención médica adecuada y que
probablemente "trabajará hasta el día de su muerte" -pagando la contribución al
SS pero que nunca recibirá un cheque del SS.
A partir de los 60 años, los trabajadores son más propensos a enfermedades y
lesiones y a morir antes de poder recibir su primer cheque del SS. El aumento de
la edad mínima para recibir los beneficios del SS implica: 1) la exclusión
desproporcionada de trabajadores que han realizado los trabajos más duros,
sucios y peligrosos y 2) el beneficio desproporcionado de la clase ejecutiva
adinerada que paga la menor cantidad en proporción a sus ingresos y que recibe
los cheques del SS más abultados durante un periodo más extenso. Un aumento de
la edad mínima para la jubilación exacerbará las enormes desigualdades sociales
ya existentes... hasta en la muerte.
Un llamado a la acción: Reformas del Seguro Social centradas en los
trabajadores
La "reforma" del Seguro Social es una necesidad pero proponemos cambios
clasistas en la dirección exactamente opuesta de lo propuesto por la coalición
bipartidista.
Para incrementar la longevidad y la recuperación del fondo del Seguro Social
hacia fines del siglo XXI, se debe eliminar el límite a los más altos ingresos y
se debe implementar una tasa progresiva.
En segundo lugar, las contribuciones del SS no deben ser depositadas en el
tesoro general para que dejen de financiar la máquina de guerra y los subsidios
estatales a los capitalistas. Se debe establecer un fondo especial del SS que
garantice el pago a los contribuyentes. Debemos demandar que el Tesoro efectúe
los pagos de los pagarés al Seguro Social: los pagos deben ser depositados en un
fondo especial del SS para financiar a los beneficiarios.
En tercer lugar, con los flujos adicionales de ingresos, los beneficios
completos del SS deben comenzar a los 60 años para las ocupaciones peligrosas, y
a los 62 años para el resto. Los índices del costo de vida deben estar basados
en la canasta familiar tomando en cuenta los aumentos en gastos médicos y otros
gastos especiales para las personas mayores.
En cuarto lugar, los gastos médicos pueden ser reducidos en, al menos, un 50%
con un sistema de salud universal ( Single Payer ), el que debería ser
financiado con impuestos a las ganancias, a las transacciones financieras (un
impuesto para la compra de acciones y bonos) y con una reducción del 75% del
presupuesto militar.
La reforma y expansión de la cobertura del Seguro Social es una cuestión de
vida o muerte, literalmente, tanto para los actuales como para los futuros
contribuyentes. Es la "madre de todas las luchas de clase" en todo el sentido de
la expresión. La resolución determinará si la clase capitalista continúa robando
al Seguro Social y a sus contribuyentes de la clase trabajadora; si los
trabajadores siguen "trabajando hasta morir", y si se puede legislar un programa
de SS que provea a los trabajadores tiempo para el descanso, la recreación,
jugar con sus nietos, pescar, nadar, llevar de paseo a sus perros en un día
luminoso y despejado.
Traducido por Silvia Arana para Rebelión
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor
mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para
publicarlo en otras fuentes.
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