jueves, 24 de enero de 2013

EDDGAR MORIN: LAS NOCHES ESTAN PREÑADAS (publicaciones morinianas)

"Las noches están preñadas y nadie conoce el día que nacerá"
("Les nuits sont enceintes et nul ne connaît le jour qui naîtra).
 
 El Occidente en crisis se exporta como una solución, la que aporta, en última instancia, su propia crisis




Le Monde -
Artículo publicado en la edición del 09.01.11 – Paris.

Le philosophe et sociologue Edgar Morin à Paris, le 2 février 2007.

En 2010, el planeta continuó su loca carrera propulsada por el motor de tres caras, mundialización-occidentalización-desarrollo, que alimentan la ciencia, la tecnología y la ganancia sin control ni regulación
la férula de un capitalismo financiero desenfrenado, pero ella sigue provocando una reacción en cadena de los "re-ensamblajes" étnicos, nacionales, religiosos, que implican dislocaciones y conflictos. Libertades y tolerancias van en regresión, fanatismos y maniqueísmos van en progresión. La pobreza se ha convertido no solamente en una estrecha comodidad de clase media para una parte de las poblaciones del globo, sino sobre todo en inmensas miserias relegadas en enormes villas de emergencia. La occidentalización del mundo viene acompañada por la declinación, desde ahora visible, de Occidente. Tres enormes naciones han crecido en poder; en 2010, la más antigua, la más poblada, la que más crece económicamente, la que más exporta, intimida a los Estados de Occidente, de Oriente y del Sur, hasta el punto de suscitar en ellos el temor de asistir a la entrega de un premio Nobel a un disidente chino en prisión. En 2010 igualmente, por primera vez, tres países del Sur se han concertado en plantar cara a toda influencia occidental: Turquía, Brasil e Irán han creado esta situación sin precedentes. La inhibición del crecimiento en Occidente a causa de la crisis económica, continúa aceleradamente en Asia y en Brasil. La mundialización, lejos de dar nuevo vigor a un
humanismo planetario, favorece por el contrario el cosmopolitismo abstracto y los retornos a los particularismos cerrados y a los nacionalismos abstractos en el sentido de que ellos se abstraen del destino colectivo de la humanidad. El desarrollo no es solamente una fórmula estándar de occidentalización que ignora las singularidades, solidaridades, conocimientos y formas de vida de las civilizaciones tradicionales, sino, además, su desencadenamiento tecno-económico provoca una degradación de la biosfera que amenaza a su vez a la humanidad. El Occidente en crisis se exporta como una solución, la que aporta, en última instancia, su propia crisis. Desgraciadamente, la crisis del desarrollo, la crisis de la mundialización, la crisis de la occidentalización son invisibles para los políticos. Ellos han puesto la política a remolque de los economistas y siguen viendo en el crecimiento la solución de todos los problemas sociales. La mayoría de los Estados obedecen las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, en principio y por todas partes ha impuesto el rigor en detrimento de las gentes; algunos se arriesgan en estos ensayos, en las incertidumbres de la recuperación. Pero en todas partes el poder de decisión es el de los mercados, es decir, de la especulación, es decir, del capitalismo financiero. Casi por todas partes los bancos, cuyas especulaciones han contribuido a la crisis, son salvados y conservados. El mercado ha tomado la forma y la fuerza ciega del destino al que solamente se debe obedecer. La insolvencia del pensamiento enseñado por doquier, que separa y compartimenta los conocimientos sin poderlos reunir para afrontar los problemas globales fundamentales, se hace sentir, más que en cualquier otro terreno, en la política. De ahí una ceguera generalizada, tanto más cuanto que se cree poder disponer de las ventajas de una "sociedad del conocimiento". La prueba decisiva del estado de regresión del planeta en 2010 es el fracaso de la persona más consciente de la complejidad planetaria, la más consciente de todos los peligros que afronta la humanidad: Barack Obama. Su primera y modesta iniciativa para preparar una solución al problema palestino-israelí, la demanda de congelamiento de los asentamientos de colonos en Cisjordania, ha sido rechazada por el gobierno de Netanyahu. La presión de las fuerzas conservadoras, de los evangelistas y de una parte de la comunidad judía en los Estados Unidos, paraliza todo medio de presión sobre Israel, así sea solo la suspensión de la ayuda tecnológica y económica. La degradación de la situación en Afganistán le impide encontrar una solución pacífica al conflicto, cuando es evidente que no existe una solución militar. Irak se ha democratizado efectivamente, pero al mismo tiempo se ha desarticulado parcialmente y ha sufrido los efectos de fuerzas centrífugas. Obama resiste todavía las enormes presiones conjugadas de Israel y de los jefes de Estado árabes del Medio Oriente para una intervención militar en Irán. Pero la situación ha llegado a ser desesperada para el pueblo palestino. Mientras los Estados Unidos y Rusia establecieron en 2010 un acuerdo para la reducción de las armas nucleares, la aspiración a la desnuclearización generalizada, único camino para la salud planetaria, pierde toda consistencia ante la arrogancia nuclear de Corea del Norte y la probable fabricación del arma nuclear en Irán. Si todo continúa de este modo, el arma nuclear será miniaturizada, generalizada y privatizada. Todo favorece las escaladas a los extremos, Europa incluida. Europa está no solamente incompleta, sino además, aquello que parecía irreversible, la moneda única, está amenazada. Europa, de la que se podía esperar un renacimiento de creatividad, se muestra estéril, pasiva, asmática, incapaz de la menor iniciativa frente al conflicto palestino-israelí, así como para la salud del planeta. Peor: los partidos xenófobos y racistas que predican la desintegración de la Unión Europea están activos. Siguen siendo minoritarios, como lo fue durante diez años el partido nazi en Alemania, que nadie, en el país más culto de Europa, en el país de la socialdemocracia más fuerte y del más poderoso Partido Comunista, había imaginado que pudiera acceder legalmente al poder. La marcha hacia los desastres se va a acentuar en el decenio que comienza. A la ceguera del homo sapiens, cuya racionalidad carece de complejidad, se une la ceguera del homo demens poseído por sus furores y sus odios. A la muerte del pulpo totalitario ha seguido el formidable desencadenamiento del pulpo del fanatismo religioso y del capitalismo financiero. Por doquier progresan las fuerzas de dislocación y de descomposición. Sin embargo, las descomposiciones son necesarias para las nuevas composiciones y ellas surgen, aquí y allá, en la base de las sociedades. Las fuerzas de resistencia, de regeneración, de invención, de creación, se multiplican por doquier, pero dispersas, sin vínculos, sin organización, sin centros, sin cabeza. Por el contrario, lo que está administrativamente organizado, jerarquizado, centralizado y esclerosado, ciego, [es] con frecuencia represivo. El año 2010 ha hecho surgir en Internet nuevas posibilidades de resistencia y de regeneración. Ciertamente, se había visto en el curso de los años precedentes que el papel de Internet devenía más y más poderoso y diversificado. Se había visto que llegaba a ser una fuerza de documentación y de información sin igual; se había visto que amplificaba su papel privilegiado sobre todas las comunicaciones, incluidas aquí las realizadas por las especulaciones del capitalismo financiero y las comunicaciones cifradas intermafiosas o interterroristas. Es en 2010 que se ha acrecentado su fuerza de democratización cultural que permite la descarga gratuita de músicas, novelas, poesías, lo que ha conducido a los Estados, entre ellos el nuestro, a querer suprimir la gratuidad de las descargas, para proteger, no solamente los derechos de autor, sino también los beneficios comerciales de los explotadores de los derechos de autor. Es también en 2010 que se ha manifestado una gran fuerza de resistencia informadora y democratizante, como en China y durante la trágica represión que acompañó la elección fraudulenta del presidente de Irán. En fin, la marejada incontenible de Wikileaks, fuerza libertaria capaz de romper los secretos de Estado de la más grande potencia mundial, ha hecho estallar una guerra planetaria de un nuevo tipo, una guerra entre, de una parte, la libertad de información sin trabas y, de otra parte, los Estados Unidos, cuyos secretos han sido violados, un gran número de Estados que han perseguido con ardor los sitios informativos y, en fin, los bancos que han bloqueado las cuentas de Wikileaks. En esta guerra Wikileaks ha encontrado múltiples aliados en algunos medios escritos o audiovisuales y en innumerables internautas del mundo entero. Lo notable es que los Estados no se preocupan en absoluto de dominar, o al menos controlar "el mercado", es decir, la especulación y el capitalismo financiero, sino que, por el contrario, se esfuerzan por yugular las fuerzas democratizantes y libertarias que constituyen la virtud de Internet. Ha comenzado la carrera entre el probable desesperante y el improbable portador de la esperanza. Ellos son, por lo demás, inseparables: "Allí donde crece el peligro crece también lo que salva" (Friedrich Hölderlin) y la esperanza se nutre de aquello que conduce a la desesperanza. Se dio incluso, en 1940-1941, la salvación a partir del desastre; cabezas geniales aparecen en los desastres de las naciones. Churchill y De Gaulle en 1940, Stalin que, paranoico hasta los desastres del Ejército Rojo y la llegada de las tropas alemanas a las puertas de Moscú, devino, en el otoño de 1941, en jefe lúcido que nombró a Zhukov para dirigir la primera contraofensiva que liberó a Moscú. Es con la energía de la desesperación que los pueblos de Gran Bretaña y de la Unión Soviética encontraron la energía de la esperanza. ¿Qué cabezas podrían surgir de los desastres planetarios para la salvación de la humanidad? Obama lo tenía todo para ser una de esas cabezas, pero repitámoslo: las fuerzas regresivas de los Estados Unidos y del mundo fueron demasiado poderosas y quebraron su voluntad en 2010. Pero lo probable no es lo seguro y con frecuencia es lo inesperado lo que sucede. Podemos aplicar al año 2011 el proverbio turco: "Las noches están preñadas y nadie conoce el día que nacerá."

Traducción al español de Carlos Vidales (Estocolmo, Enero 11, 2011)

.................... Edgar Morin, sociólogo y filósofo. Nacido en 1921, es director emérito de investigaciones en el Consejo Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), presidente de la Agencia europea para la cultura (UNESCO) y presidente de la Asociación para el pensamiento complejo. Ha publicado en 2010 "Pour et contre Marx" (Temps présent) , "Ma gauche" (Bourin Editeur, 2010), "Comment vivre en temps de crise ?" (avec Patrick Viveret), éditions Bayard.

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